Si, odio a los argentinos, y que?

“Los argentinos son todos una manga de ladrones, del primero al último”, la inolvidable declaración del ex presidente Battle (seguramente lo único que nos hizo sentir orgullosos de su mandato), fue el primer paso, aunque luego fuera seguido de una vuelta carnero hacia atrás (porque apareció llorando como un nene arrepentido por romperle un vidrio a la vieja buchona de la esquina).
Ahora el Pepe Mujica, futuro presidente de los uruguayos “si las elecciones fueran hoy” (pago el copyright de esta frase al sordo) dice que los argentinos “nos quieren” pero que ese sentimiento no es recíproco, que Menem es “ladrón” y “mafioso”, y que los peronistas en el poder son unos delincuentes (¿y el resto que son?).
En este momento en que nos estamos peleando en La Haya por la mierda esta de Botnia, que todo el continente se está armando (y no estoy hablando de fasssso, estoy hablando de armas de guerra papá), y que nos estamos jugando el pase al mundial Sudáfrica 2010 contra ellos, yo, Marcelo Baruffaldi, ORIENTAL, soltero, de 28 años, confieso que ODIO A LOS ARGENTINOS. Ustedes deberían hacer lo mismo, y las razones sobran, pero no me voy a detener en todas porque esto es un BLOG, no un discurso de Chávez.

El drama Gardeliano
Claro, como en esta relación de países “hermanos” somos el hermano chico, éstos toman las pocas cosas buenas que tenemos como propias. Así se apoderaron de Carlos Gardel, de la Cumparsita, del tango, del dulce de leche, de Punta del Este, y la lista sigue. Un montón de cosas por las cuales Uruguay debería ser reconocido, para el mundo son propias de Argentina, y esto nos rompe las pelotas mal (basta recordar la reacción que se generó a nivel local por el oso argentino con el Gardel pintado en la panza). ¿Y qué nos dejaron? El mate … y hasta ahí nomás.

Las "celebrities"
Claro, como ahora sus “estrellas” no llegan al viaje a Miami, vienen a Punta del Este, José Ignacio y La Pedrera a presumir ante nosotros. Por ahí escuché o leí una declaración de Mirtha Legrand molesta porque en Francia no la trataban como una “celebridad”, manéjese doña, usted morfa con la gente en cámara, no luchó con los humanos contra las máquinas en el Juicio Final.
Sin embargo, se deshacen en elogios para pequeño y hospitalario país. No va a ser hospitalario? Si vienen y hacen lo que quieren. Les chupan las medias (y otras partes succionatorias) en todos lados. Más hospitalario que eso no existe.
Y lo peor de todo, es que los compatriotas que triunfan allá, inmediatamente se comportan igual que ellos, sino escuchá a Víctor Hugo como grita los goles de LA Argentina.

La envidia insana
Claro, entre que ellos se creen los mejores del mundo y nosotros nos creemos el fondo del tarro (mmm, no sé si no lo somos?), la envidia nos desborda, alimentada también por nuestra triste realidad. Allá es todo TOP y acá ES LO QUE HAY VALOR. Allá toca AC/DC, acá toca MARITO SILVA. Allá tienen bolivianos trabajando 18 horas por día haciendo ropa, acá tenemos que ir hasta allá a comprarles la misma ropa a esos bolivianos. Y así es todo.

(Ya termino, soy consciente de que esta entrada es de baja calidad, sé que puedo rendir más, pero me chupa un huevo porque es mi BLOG, en todo caso los que deberían preocuparse son ustedes que lo están leyendo)
POR LO TANTO, tenemos que confesar, salir del ropero, cantar la justa: SI, ODIAMOS A LOS ARGENTINOS. Igual nunca olvidemos que del amor al odio hay solo un paso, aunque ese paso esté cortado por un grupo de piqueteros … ARGENTINOS obviamente, no podía ser de otra manera.