DIA 3
Me dan miedo los perros caniches porque me dan miedo los perros pequeños en general. Me ponés un pequinés en una acera y un boa constrictor en la otra, le paso por al lado al ofidio tranquilamente, me lo pongo de bufanda igual. En serio.
Porque los perros pequeños son impredecibles, mientras que una víbora vos sabés que es un penal. Vas preparado. Lo mismo con los perros grandes. Pero a los perros pequeños uno los ve ahí, chiquitos, como un peluchito, tiernitos, y de repente ROARR! Te clavan toda su ira.
Y LO PEOR de los perros pequeños, es que son “muy rompe bolas”. Literalmente. Atacan siempre al punto más débil del hombre. Podríamos pensar que es una cuestión de estatura y de alcance de salto, pero en realidad, estos hijos de puta saben que ahí está nuestra zona más vulnerable... no van a saber, si conocen la sexualidad mejor que nadie.
Inventaron la posición más conocida: “el perrito”. También son los inventores del sexo anal. ¿O acaso nunca vieron 2 perros “machos” dándose catanga en plena calle? ¡El beso negro! Otro gran invento canino.
Inventaron no sólo la homosexualidad, sino, mejor dicho, la multisexualidad. Le dan a todo, hembras, machos, almohadones, piernas de personas, plantas. Le dan a todo. La prueba del dulce de leche lo comprueba.
Dicen que el hindú que escribió el kamasutra, se basó en la observación de perros.
Pasan todo el tiempo alzados, ¿por que creen que viven jadeando y babéandose?
Y lo mejor es que ni siquiera tienen que esforzarse por copular, como nosotros los hombres. Las perras en celo se entregan y chau. No quieren que las encaren, que les paguen una cena, no quieren hablar después del polvo. Nada. Mueven un poquito la cola, entregan y listo. Por algo a las mujeres más promiscuas se les denomina “perra”. En realidad se les denominaba, porque ahora se les dice directamente “putas” o “briscas”, y está bien la diferenciación, porque las perras no cobran.
Porque los perros pequeños son impredecibles, mientras que una víbora vos sabés que es un penal. Vas preparado. Lo mismo con los perros grandes. Pero a los perros pequeños uno los ve ahí, chiquitos, como un peluchito, tiernitos, y de repente ROARR! Te clavan toda su ira.
Y LO PEOR de los perros pequeños, es que son “muy rompe bolas”. Literalmente. Atacan siempre al punto más débil del hombre. Podríamos pensar que es una cuestión de estatura y de alcance de salto, pero en realidad, estos hijos de puta saben que ahí está nuestra zona más vulnerable... no van a saber, si conocen la sexualidad mejor que nadie.
Inventaron la posición más conocida: “el perrito”. También son los inventores del sexo anal. ¿O acaso nunca vieron 2 perros “machos” dándose catanga en plena calle? ¡El beso negro! Otro gran invento canino.
Inventaron no sólo la homosexualidad, sino, mejor dicho, la multisexualidad. Le dan a todo, hembras, machos, almohadones, piernas de personas, plantas. Le dan a todo. La prueba del dulce de leche lo comprueba.
Dicen que el hindú que escribió el kamasutra, se basó en la observación de perros.
Pasan todo el tiempo alzados, ¿por que creen que viven jadeando y babéandose?
Y lo mejor es que ni siquiera tienen que esforzarse por copular, como nosotros los hombres. Las perras en celo se entregan y chau. No quieren que las encaren, que les paguen una cena, no quieren hablar después del polvo. Nada. Mueven un poquito la cola, entregan y listo. Por algo a las mujeres más promiscuas se les denomina “perra”. En realidad se les denominaba, porque ahora se les dice directamente “putas” o “briscas”, y está bien la diferenciación, porque las perras no cobran.
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